miércoles, 19 de julio de 2017

La familia que construyó y perdió

“Después de la Tormenta” (Umi yori mo mada fukaku, 2016) es una película dramática japonesa dirigida y escrita por Hirokazu Koreeda. El reparto incluye a Hiroshi Abe, Yōko Maki, Taiyô Yoshizawa, Kirin Kiki y Satomi Kobayashi. Fue proyectada en la sección “Un Certain Regard” del Festival de Cine de Cannes de 2016. Llegó a las salas argentinas el 29 de junio de 2017 gracias a la distribuidora Distribution Company.


La historia se centra en Ryota, un hombre con planes de vida que no resultaron como él deseaba: ya no es un escritor exitoso, está divorciado, se dedica a ser investigador privado de infidelidades pero todo el dinero que gana lo gasta en apuestas por lo que hace meses que no paga la pensión alimentaria de su hijo Shingo, su padre acaba de morir, su madre vive en un complejo de viviendas y casi no se puede mantener con la pensión que recibe y aparte su ex mujer tiene una nueva pareja y él le pide información a su hijo sobre si realmente ella ama a este nuevo hombre. Gracias a una gran tormenta de verano, Ryota, su ex y su hijo de 11 años quedan esa noche bajo el mismo techo, el de la casa de la abuela paterna del niño, que está muy emocionada por tenerlos a todos juntos allí. La cercanía hará darse cuenta a Ryota de los errores que cometió y las ganas de restablecer el vínculo con Shingo.


Con un guión que combina el humor y el drama, Hirokazu Koreeda se basa en las relaciones familiares, ya sea entre una pareja divorciada, entre padre e hijo, abuela y nieto o entre hermanos para armar esta película sencilla que nos habla de los fracasos, el crecer y no convertirse en lo que uno quería ser, la inmadurez e irresponsabilidad. A pesar de todas las veces en las que se equivocó Ryota, uno puede vislumbrar que realmente quiere ser una buena figura paterna y aún sigue enamorado de Kyoko. Lamentablemente está cegado por las apuestas e incluso las justifica diciendo que para ganar hay que dar dinero, comprándole billetes también a su hijo.
Su madre es la que tiene las respuestas más claras, la que le dice la verdad a Ryota sin dar rodeos y trata a la ex de su hijo de igual manera que a los demás. Algunas de sus líneas son las más graciosas, como cuando expresa que para qué necesita más amigos si a su edad eso sólo significa más funerales. Por otro lado junto con su nieto conforma una de las escenas más emotivas, cuando el chico expresa que quiere ganar la lotería para comprar una casa grande y que todos, tanto su papá, mamá y abuela, puedan vivir juntos.
Toda la película mantiene la sensación de calma, sopor por el día caluroso, tranquilidad. Esto hace que no tenga buen ritmo y la primera mitad, antes de que el tifón comience, se haga larga y un poco aburrida. Cuando deciden que será mejor quedarse en casa de la abuela, las conversaciones entre los personajes captan la atención del espectador, las peleas son creíbles y se puede ver lo insatisfecho que está el protagonista con él mismo. Decepcionado por el presente que vive, la familia que construyó y perdió, el éxito que se esfumó, no quiere que le pase lo mismo a Shingo pero a la vez debe entender qué es lo que hizo que su relación con Kyoko no prosperara y cómo puede convertirse en un buen padre, a pesar de que su ex le dice que él no está hecho para eso.
Con su tono pausado, “Después de la tormenta” nos adentra en la triste realidad de un hombre que aún está a tiempo de cambiar su panorama. Quizás algunas escenas parezcan de relleno, pero lo que se vive desde que comienza la lluvia vale su visionado, que deja reflexionando sobre la vida, los sueños y la realidad.



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