viernes, 7 de julio de 2017

La venganza será terrible

“Hard Candy” es un thriller dirigido por David Slade, siendo su primera película ya que antes se dedicó a los videos musicales. Está escrita por Brian Nelson y protagonizada por Ellen Page y Patrick Wilson. Fue presentada en el Festival de Cine de Sundance de 2005 y en el Festival de Cine de Florida en abril de 2006. Ellen Page ganó la categoría de Mejor Actriz de la Asociación de Críticos de Cine de Austin en 2006. En Argentina se estrenó el 9 de noviembre de ese año.


Hayley es una chica de 14 años que conoce por Internet a Jeff, un fotógrafo de 32 años. Después de chatear durante tres semanas, deciden conocerse cara a cara en una cafetería. Hayley acepta ir a la casa de Jeff, lo que no sabe él es que la niña tiene unas intenciones retorcidas para su futuro.
La primera parte del film logra ser muy atrapante porque de la nada la situación cambia al 100%. Hayley es de lo más astuta y droga a Jeff en su casa porque cree que es un pedófilo y asesino. Su plan es hacer justicia por las atrocidades que supuestamente cometió este hombre. De la manera en la que está planteado el conflicto, el espectador en gran parte de la trama se la pasa dudando de quién es el que está en lo cierto: no podemos confiar plenamente en Jeff, él invitó a una nena a su casa, se dedica a fotografiar a mujeres modelos y su casa está llena de cuadros con estas imágenes. Por otro lado no se nos muestra pruebas de que el hombre haya cometido un crimen y él clama ser inocente.
Lo que empezó captando el interés poco a poco se va desinflando, llegando a cansar. Esto se debe a que Ellen Page es perfecta a la hora de componer a un personaje insoportable, sarcástico e inverosímil. ¿Cómo una niña puede tomar el control frente a un adulto? ¿Cómo puede tener mayor fuerza física que él? Nunca se nos da información certera de Hayley, no se sabe su pasado, ni siquiera se sabe quién es. Resulta imposible creer que una adolescente de esa edad tenga una mentalidad tan retorcida para llevar a cabo una venganza de tal magnitud. 


La mayoría de la historia se desarrolla dentro de la casa de Jeff, abusando de los primeros planos de las caras de los dos protagonistas. La película va bien hasta que llega una escena larguísima y morbosa. No sé cuánto durará exactamente pero no termina más, para después enterarnos que “sufrimos” para nada.
Si la protagonista se la pasara hablando y aportara nuevos datos que nos permitan entender sus motivaciones, sus casi monólogos no molestarían. Sin embargo el guión es repetitivo, siempre se da vueltas sobre lo mismo, no avanza. En el último tramo de los 104 minutos lo que se ve se siente forzado. Repito, nada resulta creíble en este relato.
No se puede negar que la idea del film, el cambio de roles de víctima a victimario, es innovador y original. La campera con capucha roja hace una buena referencia a Caperucita, que ahora no es para nada ingenua como en el cuento original. La estética del largometraje tiene un aire a videoclip, se nota que el director antes se dedicó a estas producciones. Aunque sea una trama diferente, su mal desarrollo le juega muy en contra, no tiene un mensaje que uno pueda sacar en claro luego de ese final patético.
Hard Candy partió de una premisa prometedora para caer en situaciones cero realistas, haciendo que el espectador se fije la hora para ver cuándo termina. Si buscás un buen thriller, no la veas.


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