jueves, 13 de julio de 2017

Una casa con rituales turbios

“La Novia” (Невеста, 2017) es una película de terror rusa dirigida y escrita por Svyatoslav Podgayevskiy. Está protagonizada por Victoria Agalakova, también actúan Vyacheslav Chepurchenko, Aleksandra Rebenok, Igor Khripunov, Natalia Grinshpun y Victor Solovyev. Llega a las salas argentinas el 20 de julio gracias a la distribuidora BF + Paris Films.


El novio de la joven Nastya, Iván, la lleva a conocer a su familia antes de contraer matrimonio. La casa luce abandonada, llena de polvo y súper oscura.  Allí conviven su padre y su hermana Liza, que es madre de dos niños. Cosas extrañas empiezan a suceder y un día Iván desaparece. Nastya se dará cuenta que quieren utilizarla para un ritual peligroso antes de dar el sí.
La película comienza con un prólogo atrapante ambientado en esa misma casa pero en el siglo XIX: un hombre pintó ojos sobre los párpados de su novia recién fallecida y le saca una foto. Luego la entierra junto a otra jovencita, esta vez viva y pura, para que el alma de la muerta reviva en ese cuerpo. La premisa resultaba muy interesante pero después de esa primera escena se pasa a la actualidad, con Nastya e Iván felizmente enamorados, y no quedan vestigios de terror.
Uno de los tantos desaciertos es haber traído el film doblado al inglés en vez de pasarlo en su idioma original. Se nota mucho que las voces no son las de los actores y resultan ridículas. Pareciera que el director toma al espectador como un tonto porque la pareja protagonista se la pasa tomando malas decisiones o no actuando como uno lo haría, más que nada la chica, que sabe que algo anda mal, se va al auto pero en vez de irse decide salir de vuelta e ir a investigar; tiene celular, pero no lo utiliza; para eliminar al espíritu vengativo ella conoce la solución, la tiene al alcance de su mano sin embargo no hace lo que resolvería el problema. El personaje del novio es de lo más incoherente: si sabés que tu familia hace años que lleva a cabo ese ritual y utilizan a chicas a punto de casarse, ¿por qué vas a llevar a tu novia a la casa sabiendo lo que le harán? No es creíble.
La escenografía luminosa de los primeros minutos en los que conocemos a Nastya e Iván es inexistente cuando llegan a la casa, tan oscura tanto por dentro como en el bosque cercano que a veces se hace difícil distinguir lo que está sucediendo. Se torna aburrida ya que en vez de darle importancia al tema de las fotografías de gente muerta, la película se centra en mostrar a Nastya conociendo la casa misteriosa, obedeciendo sin rechistar lo que le dice Liza y teniendo pesadillas. Ni el espíritu malévolo gritando o la música prepotente generan miedo, los efectos están mal logrados y uno espera que la cinta vuelva a ser intrigante como en su comienzo, una lástima que eso nunca ocurra.

La buena dosis de terror que prometía La Novia no aparece en la aventura de Nastya en el hogar, personaje a la vez chato y sin trasfondo. El director ruso tuvo el desacierto de copiar clichés yankees de películas de terror insulsas y así no aportó nada nuevo al género. Si no la vas a ver, no te perdés de nada. 


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