miércoles, 5 de julio de 2017

Solos en el mundo

“Bokeh” es una película islandesa de ciencia ficción dirigida y escrita por los debutantes Geoffrey Orthwein y Andrew Sullivan. Está protagonizada por Maika Monroe, conocida por el film “Te Sigue” (It Follows, 2014), y Matt O’Leary, actor de “El Llanero Solitario” (The Lone Ranger, 2013). Se estrenó en Estados Unidos el 24 de marzo de 2017, ya está disponible en Netflix.


Jenai y Riley son una joven pareja que está de vacaciones en Islandia. Una noche la chica ve un rayo de luz verde en el cielo. Al día siguiente, al salir a la calle, los dos descubren que no hay otras personas: pareciera que sólo ellos habitan la Tierra. Sus familiares y amigos no responden las llamadas, el Internet funciona pero sólo tiene información de ayer, no hay señal en los televisores y todos los negocios están vacíos. Ante la perplejidad de esta situación, Jenai y Riley actuarán de distinta manera.
La palabra Bokeh hace referencia al desenfoque en la fotografía, cómo el elemento principal está nítido y el fondo se ve borroso. En la película esto tiene sentido ya que Riley lleva a todas partes su cámara y siempre quiere capturar el momento en papel.


La historia dura una hora y media pero igualmente se hace larga porque el guión casi no existe: vemos a los novios caminando, viajando en auto, yendo al supermercado, tomando una siesta, tocando las puertas de las otras casas para ver si hay alguien, etc. No sabemos por qué sólo ellos dos quedaron en la Tierra, en un país extranjero, qué es lo que pasó con los cuerpos de la gente, si fue por culpa de algún monstruo, zombie, ovnis o si tiene que ver con el plan de Dios. El film no se enfoca en el por qué sino en cómo cada persona ve las cosas de forma distinta: Riley está despreocupado, sonríe y cree tener todo el mundo para él y su novia. Por el contrario, Jenai extraña a su familia, se niega a desistir en buscar una explicación al asunto o a encontrar a otra persona viva, piensa en las consecuencias a largo plazo, es más precavida. Un paisaje que para Riley demuestra la belleza de la naturaleza, para Jenai es considerado una imagen desoladora del fin de los tiempos. Así vemos cómo por más que dos personas se tengan la una a la otra y estén en un paraíso, la soledad y el vacío existencial influyen negativamente.


Un desacierto de la película se basa en que como espectador no sabemos nada de la vida de esta pareja: hace cuánto salen, cómo se conocieron, a qué se dedicaban, cuáles son sus objetivos a futuro… Al no conocer detalles de sus vidas antes de estas vacaciones, no nos preocupan tanto como deberíamos. Maika Monroe y Matt O’Leary dan una interpretación correcta de acuerdo a la perspectiva de cada personaje, pero el guión no les permite profundizar más.
Lo más destacable de Bokeh es su fotografía, a cargo de Joe Lindsay. Cascadas imponentes, montañas, flores, tierra y césped se unen para brindar un maravilloso espectáculo visual, a la vez que se muestra el colorido pero desolado pueblo en el que vacacionaba la pareja. Se explota a la máxima potencia el paraíso que conforma Islandia, combinándolo con una música solemne y silencios extensos. Que la fotografía resalte por sobre el guión genera el aburrimiento ya mencionado, ya que a veces pareciera que la película quiere darnos un recorrido por el país europeo en vez de enfocarse en el contenido que quiere transmitir.

Al ver el film es inevitable ponerse en el lugar de los protagonistas y pensar qué haría uno. Con un final inesperado, que cuando empiezan a bajar los créditos la imagen final continúa en pantalla, Bokeh se convierte en una cinta rara, diferente y en cierto modo compleja. Su lentitud le baja muchos puntos pero no por eso uno se arrepiente de haberle dado una oportunidad. 


1 comentario:

  1. Le iba a dar una oportunidad a la película pero me temo que con lo que dijiste me voy a aburrir! Es decir, me genera mucha intriga saber porque quedan ellos y que pasó con el resto de la población si es que realmente les pasó algo, pero si no lo explican eso no me genera entusiasmo de verla. Aún así no dudo de que su fotografía debe ser bellísima y te dejaría pensando. ¡¡Buena reseña!!

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