jueves, 22 de junio de 2017

Irreconocible

“Brain on Fire” (Cerebro en Llamas, 2016) es una película de Canadá, Estados Unidos e Irlanda dirigida y escrita por Gerard Barrett. Está basada en la autobiografía best seller “Brain on Fire: My Month of Madness” (2012) de Susannah Cahalan. Chloe Grace Moretz le da vida a Susannah, junto a un reparto que incluye a Jenny Slate, Thomas Mann, Carrie-Anne Moss, Richard Armitage y Tyler Perry.


La trama gira en torno a esta chica de 21 años que trabaja como periodista en el diario New York Post. Tiene una vida normal, con un novio que la quiere y un gran trabajo a pesar de su corta edad. Sin embargo, Susannah empezará a sentirse rara mientras está en la oficina, en el transporte público o en su casa. Cuando le hablan no presta atención, le duele el estomágo, la cabeza le da vueltas, escucha voces, se arma situaciones que no existen y su estado de ánimo pasa de muy feliz a triste en segundos. Esto tendrá repercusiones en su empleo y, luego de unos análisis en el hospital, los médicos la encontrarán perfectamente normal.


En este film dramático veremos cómo Susannah va descendiendo en una locura inexplicable, que podemos llegar a considerarla psicosis. La personalidad de ella en la primera escena desaparece con la aparición de unos síntomas que hasta llegan a ataques por la noche. Es obvio que su comportamiento no es el mismo, y gracias a la actuación de Chloe Grace Moretz no dudamos que a esta persona nueva no hay que sacarle los ojos de encima.
En la hora y media de duración no pasará más de lo que se plantea en el argumento: paso a paso la chica pierde el control, sus padres no la reconocen y parece que no hubiera un diagnóstico certero. Por eso a algunos les parecerá una película lenta, en la que no pasa nada aparte de lo que ya se sabe. Sin embargo, aunque sea más un telefilm, hay que tener en cuenta que es una historia real, Susannah Cahalan existe y sufrió estos episodios.
El desenlace resulta apresurado, pareciera como que el director dijo: “Bueno hasta acá llegamos, ahora hay que terminar la historia”. Hubiese sido más efectivo que en vez de usar la mayoría del tiempo para mostrar a la paciente en la cama de hospital, se mostraran los hechos del final con más detalle. Otro punto desfavorable se basa en la decisión de que en el guión se repita hasta el hartazgo el nombre de la joven: ya se entendió que la protagonista se llama “Susannah”, no era necesario decirlo una y otra vez.
La película consigue de forma satisfactoria hacer una crítica a los doctores, que por no encontrar qué es lo que verdaderamente le está pasando a alguien, solucionan el problema diciendo que tiene síntomas parecidos a otra enfermedad. La lucha de los padres por querer encontrar la verdad al asunto se transmite correctamente. A pesar de ello, cuando llegamos a esa verdad quedamos un poco decepcionados, porque ya está todo dicho en el título. Cuando la vean me entenderán.
Brain on Fire se sostiene por la actuación de Chloe Grace Moretz y las situaciones que le tocan vivir, que se van haciendo cada vez más perturbadoras. Tiene sus fallas pero se deja ver, resultando impactante que esto suceda en la vida real.





No hay comentarios:

Publicar un comentario