viernes, 16 de junio de 2017

Locura, ambición y soledad

“The Good Doctor” (El Buen Doctor, 2011) es un thriller dirigido por Lance Daly y escrito por John Enbom. Está protagonizado por Orlando Bloom, que también fue uno de los productores del film. Además actúan Riley Keough, Taraji P. Henson, Michael Peña, Rob Morrow y Troy Garity.


La historia se centra en Martin Blake, estudiante de medicina que se mudó a California para comenzar su primer año de residencia. Él quiere ganarse el respeto que cree merecer pero, al ser nuevo allí, los demás no le dan mucha importancia, algunas enfermeras lo retan y no tiene amigos. Un día, a Martin le toca atender a la joven paciente Diane Nixon, que está internada por sufrir pielonefritis (infección urinaria). Para Martin, Diane es la única que lo trata bien en ese ambiente por lo que cuando ella deje de estar internada, a él se le vendrá el mundo abajo y la desesperación lo llevará a cometer actos terribles.


Lance Daly decide tomarse su tiempo para entrar en el conflicto principal y mostrar cómo un hombre con tal de querer llegar a su objetivo puede hacer cosas sin pensar en las consecuencias. Orlando Bloom le da a Martin Blake la inexpresividad y frialdad que lo llevan a convertirse en un psicópata. Su personaje quiere ser reconocido y admirado, busca el éxito en su profesión. También desea solicitar una beca para un curso de investigación, por eso cuando una enfermera hace un reporte de incidente culpándolo a él, se sale de sus cabales: cualquier mancha en su currículum puede afectar su futuro. El actor inglés, con su corte de cabello y su cara seria, da una personalidad muy marcada a Martin. Su obsesión con la paciente Diane sólo será el principio de la locura en la que se embarcó.
La mayoría de la película se desarrolla dentro del hospital, donde abunda el color blanco y esa sensación antiséptica que se vive cuando concurrimos al médico. La falta de otros colores nos mete de lleno en el trabajo de estas personas, que viven casi sin dormir, de acá para allá, llenos de responsabilidades.
Los momentos de tensión funcionan pero, aunque es un film corto de 90 minutos, luego de la mitad se estanca (como pasó al principio que costó entrar en el tema central). Sin embargo, en la última media hora el protagonista deberá lidiar con otros inconvenientes que retoman el interés del espectador para terminar con un desenlace no satisfactorio.

“El Buen Doctor”, título totalmente irónico, tiene una trama original que atrapa gracias a que explora la psicología del personaje principal: cómo la soledad lo afecta a tal punto que deja de lado las cuestiones éticas. Después de verla, no verás a Orlando Bloom de la misma manera.

PD: el trailer adelanta muchas cosas de la película, mejor mirarlo después de ver el film.


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